TODAS LAS VISITAS SON GRATUITAS RESERVA TU PLAZA EN NUESTRA TIENDA
Pero recordad, pequeños magos y brujas del geocaching:
las plazas son limitadas, así que os pedimos que solo os apuntéis si realmente vais a asistir, para que ningún aventurero se quede sin su oportunidad.
Además, durante los días del Evento Proyecto Huelva, las visitas individuales tanto al Muelle de las Carabelas como al Jardín Botánico Celestino Mutis serán también gratuitas si portáis vuestra correspondiente acreditación mágica.
Bienvenidos a esta visita guiada por Moguer, un encantador pueblo de la provincia de Huelva, cuna de uno de los poetas más grandes de la literatura española: Juan Ramón Jiménez. Hoy nos acompañará nuestra guía Nuria, quien nos llevará a través de las huellas que dejó este genial escritor en su tierra natal.
Moguer, con su arquitectura tradicional andaluza, sus calles llenas de historia y su cercanía al mar, fue la inspiración constante de Juan Ramón Jiménez, quien vivió aquí gran parte de su infancia y juventud. El entorno de Moguer, con sus paisajes, su luz y su atmósfera única, marcaron profundamente la obra del poeta, quien recibió el Premio Nobel de Literatura en 1956 por su obra poética. Su más conocida creación, Platero y yo, sigue siendo un referente literario universal, en la que refleja su profunda conexión con la naturaleza y los seres vivos.
A lo largo de esta visita, exploraremos los lugares que fueron testigos de su vida y su inspiración: la casa donde nació, los rincones que frecuentaba y los espacios que alimentaron su sensibilidad artística. Nuria nos desvelará historias fascinantes sobre la relación de Juan Ramón con su tierra, su paso por el modernismo y su evolución hacia un estilo más introspectivo y lírico.
Así que, si estáis listos, acompáñanos en este recorrido por Moguer, un pueblo lleno de historia y poesía, y dejad que la vida y obra de Juan Ramón Jiménez cobren vida en cada uno de los rincones que visitaremos.
Localizado en el municipio de Palos de la Frontera, en el Museo Muelle de las Carabelas se encuentran las reproducciones de La Niña, La Pinta y La Santa María, que se construyeron en 1992 para celebrar el V Centenario del Descubrimiento de América. Recibe el nombre de Muelle de las Carabelas.
Ocupa una extensión de 12 hectáreas, surcadas de senderos o vías peatonales que conducen a dos rutas: una perimetral que transcurre por los cauces de agua que posee el parque, y otra interior por las distintas plazas del recinto.
Las características de este parque rabideño, lo configuran como un espacio ajardinado, adaptado a una irregular topografía del terreno que favorece y justifica los cursos de agua que lo recorren. El acogedor y sugerente rumor del agua, en movimiento o remansada, acompaña al visitante desde la misma entrada al recinto, siendo una fuente en forma de géiser quien da la bienvenida.
En el lago conviven plantas acuáticas de nuestro entorno junto con otras de origen diverso. Los papiros, los nenúfares y los cipreses de los pantanos han encontrado su hábitat y comparten agua con los juncos o las eneas.
El parque botánico cuenta además con un espacio acristalado donde se desarrollan especies que despiertan un especial interés. Acceder al invernadero es penetrar en un bosque tropical lleno de exhuberancia.
En el parque se combinan el color de la flora allí representada con el sonido del agua. Lagos con hermosas especies acuáticas, torrentes, cascadas o riachuelos artificiales que dan vida a este lugar destinado al ocio. Un hermoso jardín situado entre dos parajes naturales protegidos, Marismas del Odiel y Estero Domingo Rubio, que contribuye a hacer de La Rábida un espacio privilegiado de la historia y la naturaleza.
